Hace mucho tiempo atrás, cuando el mundo era joven, un enorme y cruel gigante aterrorizaba a los tranquilos habitantes de la Aldea. Incontables eran los daños que Iryn, tal era del malvado, había ocasionado.
Solía soltar su furia en tempestuosos huracanes, tormentas de nieve, o sequías interminables.
No les relatare todas las maldades de las que era capaz el gigante, pero créanme, eran muchas y a veces terribles.
Loa aldeanos sufrían a más no poder. Mientras el gigante dormía, su furia dormía con él, pero apenas despertaba soltaba toda su maldad sobre la pobre gente.
La rabia del gigante se desataba porque sí y porque no, ninguna razón la motivaba y tampoco había manera de prevenirla. Y una vez se enojo de tal modo que incendio todo el bosque.
Robles, arrayanes y maitenes fueron convertidos en cenias. Donde antes había verde vida sólo quedaba muertes gris.
Cuando los aldeanos vieron el desastre sollozaron con pena y desesperación.
Sin bosque no habría leña, ni frutos ni animales silvestres para comer.
- Debemos derrotar al gigante - dijo el mas anciano.
Todos estuvieron de acuerdo y juntos marcharon a desafiarlo. Se desato una lucha desigual. Una batalla terrible que duró todo un día y una larga noche que conviene olvidar.
Hacia la madrugada el cruel gigante fue derrotado y herido de muerte, con tan mala suerte que su cuerpo cayó sobre el pueblo y lo destruyó.
El horror había sido vencido, pero la Aldea estaba devastada.
- Moriremos todos - sollozaron los aldeanos.
De pronto, de la herida del gigante comenzaron a brotar gusanos, cientos de ellos, miles...
A medida que aparecían se convertían en luces. Algunos tomaron la forma de pequeñas damas bellas como el sol, pero otros absorbieron la maldad del gigante y eran oscuros y siniestros. Ante el mudo asombro de los aldeanos, luces blancas y luces negras se enfrentaron.
Por fin, los seres oscuros huyeron al fondo de la tierra convertidos en elfos.
Las damas triunfantes pronunciaron palabras nuevas y el cuerpo del gigante desapareció en el aire. En su lugar se alzaban las casas recompuestas y un nuevo y bello bosque. Las damas se refugiaron allí donde moran desde aquel día.
Fuentes:
"El fantástico mundo de las hadas Seres Maravillosos". http://eurobookmexico.blogspot.com/2013/08/el-fantastico-mundo-de-las-hadas-seres.html
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